lunes, 27 de mayo de 2019

El Hábito de Aquietarse

Ustedes necesitan el hábito de aquietarse. Siéntense tres o cuatro veces al día y simplemente calmen el ser externo. Esto los abastecerá de energía. Aprendan a ordenar y a controlar la energía de su cuerpo. Si quieren que su energía sea de carácter tranquilo, sean tranquilos. Si quieren que su energía sea activa, sean activos. Deben tomar la resolución, afrontar la situación y luego superarla, no hay otro camino.

El discípulo debe vigilar sus hábitos, ha de analizar su interior y sacar de raíz todo lo que no sea Perfecto. Esto trae la libertad que no es posible conseguir de otro modo. Mantener hábitos viejos es lo mismo que llevar puestas las vestimentas antiguas y gastadas. El discípulo no esperará a que alguien piense y haga estas cosas por él. Él mismo debe hacerlas, pues nadie puede reemplazarlo. En este trabajo y bajo esta Radiación, todo estorbo latente en el individuo sale afuera para ser consumido.

Es ridículo recurrir a las cosas que no dieron resultado. Si han construido sus limitaciones durante siglos, y con la atención y con vuestro propio esfuerzo pueden librarse en pocos años, ¿no les parece que vale la pena hacerlo? ¿No es esto maravilloso? A veces un sentido de buen humor es la manera más rápida y poderosa de liberarse de algo.

Si invocan la “Ley del Perdón” puede consumir con la “Llama Consumidora” todas las creaciones indeseables pasadas y quedar libres. Deben ser conscientes que la “Llama” es la “Presencia Activa de Dios” haciendo la consumación. La Libertad de Dios está aquí en la Acción. Cuando tengan inclinación para hacer cierta obra constructiva, sigan adelante. Tengan perseverancia y háganla, no se preocupen en si la manifestación vendrá ahora o no.

Aún cuando los discípulos solo conozcan una cosa intelectualmente no deben permitir a la mente volver hacia las condiciones erróneas, pues ya saben lo que pueden esperar de esta actividad. Es increíble que la humanidad no se disponga a vencer a este enemigo en su conciencia. Ningún discípulo puede ganar la Victoria hasta que deje de recurrir a las viejas condiciones negativas de las cuales está tratando de librarse. Todo el trabajo de un Maestro consiste en pasar al discípulo algunas enseñanzas y explicación de la actividad de la “Presencia Yo Soy”. El resto lo debe hacer el discípulo. 

Lo que la mente por medio de su atención acepta, es lo que concuerda con quien la acepta, y deja que los dos se conviertan en uno. Cuando la mente acepta y está de acuerdo con una condición, la establece en su mundo. Sobre cualquier cosa que tu atención se detenga, ya la estás aceptando y poniendo de acuerdo con ella, pues por medio de la atención haz permitido a la mente hacerse una con ella.

Si una persona viera una víbora de cascabel enroscada, ¿caminaría hacia ella para recibir la picadura? Con toda seguridad que no. Sin embargo, esto es lo que hacen los discípulos cuando permiten que su atención se dirija a las viejas aflicciones o a las cosas negativas. Tales hábitos son solamente momentos del pasado a los que se les dio una cualidad específica.

Hay solamente dos actividades en la Vida, y si ustedes no dejan que lo Interno gobierne su Plan de Perfección, entonces lo externo debe hacerlo… Enseñanzas extraídas de “El Libro de Oro” del Maestro Saint Germain. ¡¡¡Que la Presencia de Dios los Guíe!!!

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