El Maestro Sanat Kumara y los Orígenes de la Fraternidad Blanca
Después del cambio de los ejes de la Tierra
ocasionando maremotos, terremotos y el nacimiento de nuevos volcanes y nuevas
tierras, en un lugar que hoy conocemos como lago Titicaca que se ubica entre
Perú y Bolivia; en la ciudad de Tiahuanaku, se deliberaba sobre el futuro de la Madre Tierra y de la humanidad, todos los allí presentes
representantes del Gran Consejo Kármico Estelar habían viajado de planetas
muy lejanos con tal de presenciar ese juicio que determinaría el futuro del Planeta Tierra y la raza humana.
Aquí por primera vez se hizo presente en nuestro
planeta Tierra los Hermanos de la Federación Galáctica, compuesto por Seres de Luz, que tienen como misión velar por la seguridad del Universo y hoy en ese
momento velaban por la seguridad de nuestro Sistema Solar de Ors; estaban en
ese lugar las Inteligencias que representaban a cada uno de los planetas de
nuestro Sistema Solar de Ors, así como también los hermanos que representaban a
cada uno de los soles que conforman las Pléyades.
En la superficie de la Tierra en estos momentos se
analizaba la situación psicológica de los Lemures, las cosas no estaban como se
esperaba, todos los humanos Lemures iban de un lugar a otro buscando seguridad,
por todas partes se escuchaban quejidos y lamentos, no existía una sola persona
que hablara de que se sentía bien, todos decían y repetían las mismas cosas mil
veces, dolor, sufrimiento y muerte rondaban todos los rincones del Planeta
Tierra.
El Lemur, ser humano de origen extraterrestre y con
conciencia estelar, a esta altura de su existencia gracias al experimento de la
separatividad, eran ignorantes y no tenían conciencia de sí mismo, por eso la
Tierra, la Madre Tierra la que con amor y paciencia día tras día alimentaba a
todos sus hijos los Lemures, por órdenes de las Inteligencias Superiores y
cumpliendo el Plan Divino, había cambiado sus ejes ocasionando por tal acción
de que millones de Lemures fueran sacrificados.
El Gran Consejo Kármico procedió a dar el veredicto
final y todos en general dijeron que la humanidad terrícola era indigna de
seguir existiendo en el escenario cósmico, y que podía contaminar a los demás
planetas vecinos y de allí podría darse un desequilibrio cósmico, todos pedían
que los seres humanos violentos, agresivos, inconscientes e ignorantes fueran
borrados de la faz de la Tierra, ya que ninguno aportaba nada para el Universo;
Las inteligencias estelares conocedoras del Plan Divino y responsables de la
separatividad y de la dualidad, escuchaban más no podían defender a la
humanidad, ya que de hacerlo ponían en peligro el proyecto el cual se estaba
desarrollando en la Tierra con éxito.
En el grupo se encontraba un representante de Venus,
el cual era reconocido y respetado por su alto grado de evolución espiritual,
este Ser de Luz después de escuchar a todos los que decían que la humanidad
terrícola tenia que desaparecer, tomó la palabra y dijo:
Los hermanos que habitan en el Planeta Tierra
no son responsables de lo que esta sucediendo entre ellos, al contrario, todos
merecen nuestro amor, respeto y admiración, ya que todas las inteligencias que
se encuentran encarnadas en esos cuerpos físicos, fueron invitadas a participar
de un proyecto que ayudaría a nuestra Creación Universal a seguir su evolución
cósmica. Es cierto, se puede afirmar que ninguno tiene conciencia de su
divinidad, mas lo que va a suceder después de que ellos despierten a su
realidad interior, nadie de los aquí presentes se les va a poder igualar o
comparar con ellos, ya que ellos se atrevieron a descender a lo mas denso de la
materia para tomar una experiencia y de allí tomar la conciencia de ella, lo
cual ninguno de los aquí presentes hemos tenido esa oportunidad que ellos
tienen en este momento, por lo tanto me opongo rotundamente a que a los
hermanos que habitan el Planeta Tierra se les haga el más mínimo daño.
¡Hermano! - Dijo el Consejo-¿te haces responsable de la
evolución espiritual de la humanidad terrícola?
El hermano de Venus se puso de pie y dijo:
¡Si hermanos, yo me responsabilizo por la
evolución espiritual de la humanidad y del Planeta Tierra!
Sanat Kumara es el nombre del hermano de Venus que
había defendido a la humanidad y al Planeta Tierra, el fue el fundador de la
Fraternidad Blanca en nuestro Planeta, más seis Señores Kumaras, veinticinco
lugartenientes y cien voluntarios, hombres y mujeres, todos ellos venidos de
Venus, se sacrificaron para poder ayudarnos en nuestra evolución.
Así es y seguramente muchos rechacen esta afirmación,
más la verdad es única y ella está asentada en los registros akásicos de la
naturaleza, la mente de la Madre Natura.
La llegada de los hermanos venusianos a la Tierra fue
todo un acontecimiento cósmico que hasta la fecha no ha sido olvidado; todavía
en algunos escritos se dice: “Los hijos de los dioses tomaron por esposas a las
hijas de los hombres”; en los antiguos escritos está registrado que los lemures
vivieron en lo que hoy es Cuzco, Perú, precisamente la Puerta del Sol ubicada
cerca del Lago Titicaca, en su fachada tiene grabado el calendario de Venus.
Gracias a la protección del maestro Sanat Kumara, la
tierra y la humanidad Lemur no fueron borradas del mapa cósmico. El maestro al
tomar esa decisión se convirtió en el primer foco de conciencia; hoy nuevamente
a la humanidad se le está pidiendo crear focos de conciencia, uno por cada
país, para que de esta manera toda la humanidad tenga derecho a seguir viajando
por el espacio infinito. Todo aquel ser humano que acepta a su divinidad interior
se convierte e un foco de conciencia. Parece sencillo, mas al ser humano se le
hace más fácil pensar en la existencia de un Dios sentado en las nubes
impartiendo justicia, ese Dios colérico e iracundo no existe, el Ser Humano
tiene que aceptar de que él es un ESPÍRITU VIVIENTE tomando una experiencia
humana.
De la Tierra al Shamballa por V.M. Hach B Faqui, Mensajero de la Fraternidad Blanca.