martes, 1 de mayo de 2018

La Mágica Presencia Yo Soy

Queridos Hermanos y Hermanas, la Mágica Presencia Yo Soy es la Divinidad Individualizada presente en cada ser humano, y es solamente por medio de la Adoración a esa “Presencia” y la Completa Obediencia de la personalidad hacia su Dirección, que los Grandes Maestros han sido capaces de elevar e iluminar el cuerpo físico, purificándolo con la Llama Consumidora.

El secreto es mantenerse en constante Comunión Interna con la Presencia YO SOY en todo momento, a través del sentimiento, para que así su Perfección sea derramada a través de la conciencia externa sin ser distorsionada por nuestra propia desarmonía o la del mundo físico que nos rodea. Es de esta manera que los Maestros Ascendidos han alcanzado el Dominio Completo sobre todas las manifestaciones, y han finalizado el trabajo en la encarnación física, que el Amado Jesús dijo que cada uno tenía que hacer algún día.

Los Maestros Ascendidos manifiestan Completa Maestría sobre todas las condiciones del mundo físico, ya que la Substancia y Energía son sus obedientes servidoras, igual que los Elementos y Poderes de la Naturaleza, porque Ellos se han convertido en la Plenitud del Amor Divino. Su Eterno Trabajo con la humanidad consiste en conducir a cada uno hacia esta misma Maestría, pero esto sólo puede llegar a través del propio esfuerzo del individuo y de la Plenitud del Amor.

El Amado Jesús dio el ejemplo público de la Ascensión y trató de enseñarle a la humanidad su significado. Algunas veces uno es Ascendido antes o cerca del cambio llamado muerte, pero todos tienen que lograrlo desde el lado físico de la Vida. Si el Cordón Plateado de Luz es cortado, es imposible iluminar y elevar ese cuerpo y se debe reencarnar una vez más para poder lograr la Liberación Final desde el lado físico de la experiencia humana. Todas las Ascensiones tienen que efectuarse conscientemente, pues este Logro de Maestro Ascendido es la Victoria Completa sobre yo personal.

La llamada “muerte”, no es sino una oportunidad para descansar y re-armonizar las facultades de la conciencia personal, para liberarla de las discordias acumuladas y recibir un Influjo de Luz y Fuerza para emprender una nueva experiencia física. El propósito de la encarnación física es preparar, perfeccionar e iluminar el cuerpo, cuya acción vibratoria puede ser elevada hasta fundirse con el Cuerpo de la Mágica Presencia, que el Amado Jesús refirió como la Túnica sin Costuras.

En el Cuerpo de la Mágica Presencia, hecho de Pura Substancia Electrónica, el individuo es libre de toda limitación, y por medio de una intensa Devoción hacia Ella es posible descargar Su Poder hasta el punto de ver este Cuerpo Resplandeciente de Substancia, tan Brillante, que al principio sólo se le puede dar una mirada instantánea. Por medio de semejante devoción uno comienza a manifestar más y más su propio Dominio Individual Consciente sobre toda manifestación, que es el Derecho de Nacimiento Eterno de cada uno y el Propósito por el cual todos decidimos la jornada a través de la experiencia humana.

Cuando alguien empeñado en lograr tal Liberación logra descargar cualquier cantidad de Luz desde Su Cuerpo Electrónico mediante su propio Comando Consciente, entonces puede controlar toda manifestación en cualquier esfera que desee expresarse. Basta observar como en la niñez y juventud el cuerpo es fuerte y obediente a las demandas que se le hacen, pero cuando a lo largo de los años permitimos que los pensamientos y sentimientos discordantes se expresen, el cuerpo se va deteriorando y el Templo cae en ruinas por desobedecer a la Ley de la Vida, que es Amor, Armonía y Paz.

La discordia es otro nombre para la desintegración o muerte. Cuando la humanidad aprenda a vivir de acuerdo con la Eterna Ley del Amor, encontrará que tal obediencia la habrá liberado de la rueda del nacimiento y muerte. En su lugar vendrá la Felicidad de expandir constantemente la Perfección que mora dentro del Amor. Una Nueva Creación Constante surgirá porque la Vida es Movimiento Perpetuo que no descansa ni duerme, ya que es y siempre será una Corriente Auto-Sostenida de Perfección en Expansión con Alegría, Éxtasis y un Designio Eternamente Nuevo en Obediencia a la Ley del Amor.

El último enemigo, la muerte, habrá desaparecido, ya que ella no es sino un medio de libertarse de una vestidura que no puede servir más a la Perfección de la Vida. Cuando el cuerpo físico y la personalidad ya no pueden hacer más esfuerzos auto-conscientes, entonces la Naturaleza disuelve la limitación para que el individuo pueda tener una nueva oportunidad de hacer otro esfuerzo que le sea beneficioso.

Lamentar la muerte de un ser amado es egoísmo, ya que retrasa el bien mayor que ese ser debería estar gozando. El sentimiento de pérdida es una rebelión en contra de la acción de la Ley que ha considerado apropiado darle otra oportunidad para descansar y crecer, porque en el Universo nada va hacia atrás, y todo, no importa la apariencia temporal, está moviéndose hacia una mayor Perfección. La Consciencia Divina no se lamenta, y la parte humana debe saber que como nadie puede salir de este Universo, ese ser amado tiene que estar en alguna parte mejor que la que ha dejado. Si existe el Amor Divino en algún momento y lugar debe atraernos hacia el ser que amamos.

En el Verdadero Amor Divino no existe la separación. El sentimiento de separación no es Amor, sino uno de los errores del yo personal en el cual continúa viviendo, porque no comprende la naturaleza de la Consciencia. Donde está la Consciencia, allí está funcionando el individuo, porque el Individuo es su Consciencia.

Cuando se piensa en un ser amado que ha pasado a otro plano, en realidad se está con él en el Cuerpo Mental Superior en ese mismo momento. Si el mundo occidental comprendiera esta Verdad, acabaría con semejante aflicción que solo se debe a que la personalidad siente y acepta al cuerpo como si fuera el individuo mismo, en lugar de saber que el cuerpo es sólo una vestidura que deberíamos dominar y exigirle una Obediencia Perfecta en todo momento.

Cuando amamos a otra persona, le deseamos felicidad y armonía. Si a través de la muerte un individuo tiene una mejor oportunidad para una futura expresión, si hay amor no deberíamos sentir dolor ni desear retenerle cuando podría seguir adelante hacia un mayor Alivio y Liberación. Es la ignorancia de esta Verdad la que permite tal egoísmo que mantiene atada a la humanidad para expresar y comprender la Vida, arrastrando a miles de seres humanos a la desesperación, cuando podrían ser felices viviendo como la Magna Presencia Yo Soy pretende. Tal actitud hacia la Vida impide todo logro, incapacita al individuo y lo llena de auto-lástima, una de las más sutiles maneras con que la fuerza siniestra debilita su resistencia y lo arrastra a la negatividad.

El individuo tiene que permanecer positivo si es que quiere lograr su Victoria y expresar su Maestría. La fuerza siniestra que la humanidad ha generado usa este método para evitar que los aspirantes logren su Liberación y usen el Pleno Poder de la Divinidad, que es suyo desde el principio, porque es el Regalo del Padre a Sus Hijos.

De todos los errores que la humanidad ha generado, la auto-lástima es la más inexcusable, es la cúspide del egoísmo humano porque a través de ella la atención de la conciencia personal es absorbida por los deseos humanos insignificantes, mezquinos e inútiles, y la Grande, Gloriosa, Adorable, Omnisapiente, Todopoderosa Luz de la Amada Magna Presencia Yo Soy que mora encima del cuerpo físico, es ignorada aun cuando Su Energía es usada para esos propósitos destructivos.

La humanidad no puede tener algo mejor de lo que experimenta hoy, hasta que no aparte su atención del yo inferior el tiempo suficiente para reconocer y sentir la Presencia de Dios, La Magna Presencia Yo Soy, la Fuente de la Vida de cada Individuo y de toda Manifestación Perfecta.

¡La aflicción es un egoísmo colosal, no es Amor! ¡La discordia es egoísmo, no es Amor! ¡El letargo es egoísmo, no es Amor ni Vida! Esto hunde a la raza humana en la esclavitud porque rompe la resistencia del individuo, disipando la Energía de la Vida que debería ser usada para la creación de Belleza, Amor y Perfección. Esta esclavitud continúa porque la conciencia personal no hace el esfuerzo necesario para liberarse de la dominación del mundo psíquico.

El plano psíquico o astral contiene las creaciones generadas por los pensamientos, sentimientos y palabras discordantes de la conciencia personal de toda la humanidad, que ha llegado a amarrarse tanto con su propia discordia, que los Grandes Maestros Ascendidos, por Compasión por la lentitud del desarrollo de la humanidad y la miseria de su degradación, se han ofrecido a arrancar las vendas del plano psíquico y darle a la humanidad un nuevo comienzo.

La gente está entretenida, fascinada e hipnotizada con las diversas condiciones del mundo psíquico, pero desde el punto de vista de los Maestros Ascendidos no hay nada bueno ni permanente en el astral. Es tan peligroso e inseguro como las arenas movedizas. El plano psíquico y la actividad mental y emocional, a menos que te reporten Perfección, son una y la misma cosa, es una creación de la conciencia humana, no contiene nada del Cristo, La Luz Cósmica.

El deseo y fascinación por los fenómenos psíquicos es un sentimiento muy sutil por medio del cual se mantiene la atención de la personalidad alejada del Reconocimiento, la Adoración, la Comunión y la Aceptación Permanente de la Magna Presencia Yo Soy del individuo. Prestar atención a las actividades del plano psíquico gasta las energías y la habilidad del yo personal requeridas para alcanzar la Fuente Divina y anclarse allí permanentemente.

Es una Verdad Eterna que no hay nada del Cristo que venga del plano astral, a pesar de cualquier evidencia contraria, porque la actividad psíquica está cambiando siempre sus cualidades, mientras que el Cristo, que es la Luz Eterna, está sempiternamente expandiendo la Perfección, la Cualidad Única, Inmutable, Suprema e Imperecedera.

Es debido a la atención y fascinación por el plano psíquico o astral que la humanidad está hoy como un grupo de niños que necesita la ayuda y la Sabiduría de los Maestros Ascendidos para comprender la Luz, que es el único medio de Liberación de la obscuridad y del caos en la Tierra. La humanidad vive una grande fascinación por las actividades externas que el Reconocimiento Consciente de su Ser Divino Individualizado fue olvidado. En consecuencia, la Magna Presencia Yo Soy morando en Su Cuerpo Electrónico fue ignorada por completo. De esta manera, el hombre solo ha podido expresar parte de su Plan de Vida. Que la Mágica Presencia de Dios los Ilumine, los Guíe y Proteja!

Enseñanzas del Maestro Saint Germain extraídas del Libro "La Mágica Presencia Yo Soy".

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